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¿Tengo dolor crónico?

Medically Reviewed by Sanjay Ponkshe on June 05, 2023
3 min read

Casi todo el mundo siente dolor de vez en cuando. Cuando te cortas un dedo o sufres una distensión muscular (tirón muscular), el dolor es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que algo anda mal. Una vez que la herida sana, deja de doler.

El dolor crónico es diferente. Tu cuerpo te sigue doliendo semanas, meses o incluso años después de la lesión. Los médicos suelen definir el dolor crónico como cualquier dolor que dura de 3 a 6 meses o más.

El dolor crónico puede tener efectos reales en tu vida cotidiana y salud mental. Pero tu médico y tu pueden trabajar juntos para tratarlo.

La sensación de dolor proviene de una serie de mensajes que recorren el sistema nervioso. Cuando te lastimas, la lesión activa los sensores de dolor en esa área. Envían un mensaje en forma de señal eléctrica, que viaja de nervio en nervio hasta llegar al cerebro. Tu cerebro procesa la señal y envía el mensaje de que estás herido.

Por lo general, la señal se detiene cuando se resuelve la causa del dolor: cuando tu cuerpo repara la herida en el dedo o el músculo desgarrado. Pero con el dolor crónico, las señales nerviosas siguen disparándose incluso después de que hayas sanado.

A veces, el dolor crónico puede comenzar sin ninguna causa obvia. Pero para muchas personas, comienza después de una lesión o debido a un problema de salud. Algunas de las principales causas incluyen:

  • lesiones o cirugías pasadas
  • problemas de espalda
  • migrañas y otros dolores de cabeza artritis
  • daño en los nervios
  • infecciones
  • fibromialgia, una afección en la que las personas sienten dolor muscular en todo el cuerpo

El dolor crónico puede variar de leve a severo. Puede continuar día tras día o ir y venir. El dolor puede sentirse como:

  • molestia (dolor sordo o leve)
  • palpitación (que late)
  • quemazón 
  • punzante
  • opresión o constricción
  • ardor, escozor o picor
  • sensibilidad
  • rigidez

A veces el dolor es sólo uno de muchos síntomas, que también pueden incluir:

  • sentirte muy cansado o extenuado
  • no sentir hambre
  • tener dificultad para dormir
  • tener cambios repentinos de ánimo
  • sentir debilidad
  • tener poca energía

El dolor crónico puede interferir con tu vida diaria e impedirte hacer las cosas que deseas y necesitas hacer. Puede afectar tu autoestima y provocarte sentimientos de enojo, depresión, ansiedad y frustración.

El vínculo entre tus emociones y el dolor puede crear un ciclo. Cuando sufres, es más probable que te sientas deprimido. Eso puede empeorar aún más tu dolor. El vínculo entre la depresión y el dolor es la razón por la que los médicos suelen utilizar antidepresivos como tratamiento para el dolor crónico. Estos medicamentos pueden ayudar tanto con el dolor como con la tensión emocional que causa.

El dolor también interfiere con el sueño y aumenta los niveles de estrés. Tanto la falta de sueño como el aumento del estrés pueden hacer que el dolor se sienta más fuerte.

Si sientes dolor y este no parece mejorar, consulta con tu médico de atención primaria o con un especialista en dolor. Ellos pueden ayudarte a encontrar alivio para que el dolor no te impida vivir tu vida. Algunas opciones incluyen medicamentos, terapia de relajación, fisioterapia, acupunctura, y cambios en el estilo de vida, como dormir lo suficiente y no fumar.